Insomne, hasta llegar a la frontera del alba, insomne,
me estremezco ante el abismo de la noche sin sexo.
Existimos en el mundo entre la impotencia y la angustia.
Sólo el amor puede librarnos de la enfermedad del tiempo.
La vida es un continuo caminar sobre sendas confusas
mientras el caminar mismo se desvanece en el viento.
Todo es fracaso: acción o inercia, deseo o renuncia.
Sólo nos salva el amor, la entrega en mente y cuerpo.
Si no podemos ser de la ebriedad gozosa cómplices,
toda la noche, sí, toda la noche, aúlla y gime el miedo.