...al cabo de
un tiempo, aconteció que Caín presentó al Señor en ofrenda los más hermosos
frutos de su cosecha; asimismo le ofreció Abel los más robustos recentales de
su rebaño.
Y el Señor
miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero de Caín y de su ofrenda no hizo
caso, por lo que Caín se sintió deprimido sobremanera.
Y, con el
semblante abatido, le preguntó al Señor:
—¿Acaso mi
maldad es tan grande que no merezco tu mirada?
Y le respondió
el Señor con toda su cólera:
—Once again! What are you saying? I
don’t understand you! Why haven’t you learnt the Language? Look, I can
understand this other servant. If you can’t speak like him, shut up when I’m
present, because till then you’ll be a despicable animal, a beast without
reason.[*]
Y, después de
estas palabras, el Señor lo echó de su dominio. Y colocó ante la puerta un
guardián armado con una espada de fuego para impedir que volviera ante su presencia.
Y Caín,
confuso, marchándose de allí, vagó errante sobre la tierra hasta que, al cabo
de no mucho tiempo, desesperado, se arrebató la vida.
Ese hecho
acaeció en un paraje que, desde entonces, es llamado Death Beast’s Country y en
el que, aún hoy, habitan sus descendientes.
[*] —¡Otra vez! ¿Qué dices? ¡No te entiendo!
¿Cómo es que no has aprendido a hablar la Lengua? Mira, a ese otro siervo sí
que se le entiende. Si no hablas como él, cállate en mi presencia, pues hasta
entonces para mí serás como un animal despreciable, una bestia carente de razón.
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