Ciudad, correteo por
tus calles,
inmerso sin pausa en
la rutina.
Me prometiste todos
los goces,
pero hundido en el
fracaso agoto
tus auroras viscosas de plomo,
la
angustia del insomnio en tus noches
tu polvo, tu mugre y
el aire acre
que emana
de mis sueños en ruinas.
Ciudad, me devora tu
vorágine.
¡Qué fatigosa
y lenta agonía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario