EN LOS SUEÑOS
Los seres queridos te acompañan siempre. No los adviertes,
pero están ahí, en alguna zona intransitada de tu mente. Y a veces vuelven.
Si marcharon hace poco, quizá los veas con claridad en un
instante concreto de su vida. Resurge su mirada, algún gesto característico…
puede que incluso oigas en su voz ciertas palabras.
Más adelante, con el tiempo, su imagen se inmoviliza, pierde
brillo, se vuelve plana, empalidece, se difumina… y acaba desapareciendo en la
blancura del olvido, en el abismo del silencio.
Entonces, sólo en los sueños vivirán de nuevo.
En uno, cuando vuelves a casa, a tu antigua casa, tu perra te
recibirá impaciente y hablará y te dirá lo que entonces, para su desesperación,
no podía explicarte, que sois hermanos, que siempre estará a tu lado, fiel y
cariñosa.
En otro, tu amigo de juventud te sorprenderá con su presencia
al abrir la puerta y te explicará que no hubo accidente, que todo fue un consecuencia
de una confusión, de un malentendido, que ha vuelto de su viaje, de un largo viaje
inexplicable, para siempre.
E incluso en otro, al girar una esquina te encontrarás cara a
cara con aquella amiga que entretejía piedras y paños con hilos de colores. Sin
palabras, con una sonrisa amplia, extenderá hacia ti una mano de la que al
abrirse surgirá un enjambre de pequeños pájaros rojos…
Sí, viven en los sueños, solo en nuestros sueños, hasta que
seamos nosotros los muertos.
...y acaba desapareciendo en la blancura del olvido, en el abismo de del silencio...cert, molt cert
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