El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


viernes, 26 de diciembre de 2014

AZAR, PULSO, NATURALEZA (2014)


Maya Deren en un fotograma de la película 
Meshes of the Afternoon (Maya Deren, 1944)

A veces, se consigue eludir la tutela implacable del tiempo, mas no por mérito o voluntad propia, sino por azar, como regalo de la fortuna,

a veces, inmersos en una percepción pura e inefable despertamos al mundo de las puras formas sensibles:

con los tenues pasos de danza que dibuja en la penumbra el destello tembloroso que filtra una celosía,

con el perfume de una flor que nos transporta a un jardín olvidado de nuestra infancia,

con la blancura de la nieve densa y pausada que cubre los tejados en una ciudad dormida,

con el momento mágico en que el campo se inunda con una claridad súbita y silente,

con la brisa inesperada que acaricia las frondas de los árboles en un paraje agreste y desconocido,

con el viento cálido que mece los trigales maduros y los convierte en océanos de oleaje dorado,

con aquel instante eterno en que unidos en una felicidad salvaje nuestros cuerpos se confunden.



No hay comentarios:

Publicar un comentario