José Galán, cantaor conocido actualmente como José de los Camarones y, hasta hace pocos años, como El Bizco de los Camarones, acompañado por Bernardo Sandoval, el año 2011 en Tolouse. |
Sé de buena tinta
que hace más o menos dos semanas estuvo de visita en Terrassa un gran cantaor
de origen jerezano que residió en nuestra ciudad hace unos años: José Galán El
B¡zco de los Camarones. ¿Han oído ustedes hablar de él?
(¿Se ha
preocupado alguien de historiar los esfuerzos de los aficionados locales al
flamenco para poder disfrutar de esa música con dignidad?)
Me han dicho
también que un grupo de privilegiados tuvo la suerte de escucharle cantar en un
céntrico y selecto restaurante de nombre catalán que regentan dos de sus hijos
y que entre los invitados entusiastas destacaba un conocido activista cultural
egarense, fundador de entidades, presidente de otras, director de instituciones
y receptor de la medalla de la ciudad. Dicen que este reconocido catalanista
vibró con el arte de El Bizco de los Camarones como el que más, ¿podía ser de
otra manera?
(¿Recuerda
alguien todavía que en Amics de les Arts hubo hace ya bastantes años una gran
afición al flamenco, que en la Terrassa «culta» hubo en otros tiempos una gran
sensibilidad ante el flamenco?)
Y para que
quienes lo ignoren todo sobre el arte de El Bizco, les transmitiré un
comentario que me hizo Antonio Pérez Roldán: «La primera vez que lo vi actuar, creí
que no iba a poder acabar de cantar, que se iba a desmoronar en el escenario, que
se iba a desgarrar de un momento a otro, de arriba a abajo, de tan apasionado».
(¿Hay lugar para
el flamenco en nuestro mundo cultural, en un mundo mundo tan amigo de la
banalidad y el cinismo, y tan enemigo de la pasión y el desgarro?)
Texto publicado el 2008 en la web
No hay comentarios:
Publicar un comentario