El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


lunes, 9 de abril de 2012

«EL PERRO». TRADUCCIÓN DE UN POEMA DE JOAN VERGÉS (2003)


«De vegades em faig pena.»


EL GOS

Potser sí que sóc vell,
vell i covard
com un gos de casa bona.

De vegades en faig pena.
Quan vaig per la ciutat,
plena de cotxes de tots colors,
amb gent jove, alta i decidida
—les noies amb els grans pentinats
i els ulls pintats—,
em veig tan petit i vacil·lant,
que em faig pena i em faig riure.

No sé si us passa a vosaltres.
A tu, que llegeixes el diari,
heroic i solitari,
no sé si t'ha passat
de sentir-te tan covard
com un gos abandonat
que belluga la cua
perquè té por
i vol fer compassió.

De vegades em faig pena.
Quan veig que escuro els plats
i els ossos,
quan raspallo el gos potent,
quan somric al jovent
perquè són joves,
i als vells
perquè són ells,
em faig pena
i em faig riure.



EL PERRO

Quizá sí que soy viejo,
viejo y cobarde
como un perro de gente bien.

A veces me tengo lástima.
Cuando voy por la ciudad,
llena de coches de todos los colores,
entre gente joven, alta y decidida
¾las muchachas con peinados llamativos
y los ojos pintados¾,
me veo tan pequeño y vacilante,
que me tengo lástima
y me doy risa.

No sé si eso os pasa a vosotros.
A ti, que lees el periódico,
heroico y solitario,
no sé si te ha sucedido
el sentirte tan cobarde
como un perro abandonado
que mueve la cola
porque tiene miedo
y desea despertar compasión.

A veces me tengo lastima.
Cuando me veo lamiendo los platos
y los huesos,
cuando halago al perro de presa,
cuando sonrío a los jóvenes
porque son jóvenes,
y a los viejos
porque lo son,
me tengo lástima
y me doy risa.

Joan Vergés, El gos, 1967


Traducción al castellano de Jorge F. Fernández Figueras.



No hay comentarios:

Publicar un comentario