El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


sábado, 26 de mayo de 2012

«INSTROSPECCIÓN». TRADUCCIÓN DE UN «CONTE CORRENT» DE JAUME CABRÉ (1990)


«...una pila de granets d’esperança...»




INSTROSPECCIÓ

M’agradaria gratar el coratge d’una persona per esbrinar de què el té fet. Possiblement hi deu tenir una pila de granets d’esperança.

INTROSPECCIÓN

Me gustaría arañar el coraje de una persona para averiguar de qué lo tiene hecho. Posiblemente debe de tener un montón de granitos de esperanza.

Jaume CabréToquen a morts, 1977


(Traducción al castellano de Jorge F. Fernández Figueras, «Cuentos corrientes», La Jornada Semanal, México, julio de 1990.)


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