El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


lunes, 2 de junio de 2014

ALCIRA PADÍN Y SYNUSIA, LIBRERÍA ALTERNATIVA Y ESPACIO CULTURAL PARA LA CIUDAD



Alcira Padín es una de las caras visibles de Synusia un proyecto que se ubica en el contexto del centro social Ateneu Candela de Terrassa que es al mismo tiempo una librería especializada y de proximidad y un espacio de desarrollo y formación cultural que pretende fortalecer una comunidad de diálogo y de intervención en el tejido de nuestra ciudad.



Alcira, ¿nos gustaría saber cómo llegaste a nuestra ciudad y qué te indujo a integrarte en el Ateneu Candela?

En Madrid formaba parte de diversas de iniciativas articuladas en torno a la lucha contra las fronteras y los controles de identidad, y por el cierre de los centros de internamiento de extranjeros y la despenalización de la venta ambulante: la red de apoyo Ferrocarril Clandestino y la Asociación de Sin Papeles de Madrid. Pues bien, en el 2009, integrantes de diversos colectivos de Madrid, Málaga y Barcelona nos desplazamos hasta Terrassa para grabar un cedé de rap y hip hop en el estudio de Post Scriptum Radio, en el Ateneu Candela, HipHopLabsAgainst The Crisis, un cedé editado para ser vendido exclusivamente por manteros, en el marco de la campaña «Stop redadas» o «La manta no es mi sueño».

Complicidades como esas fueron generando una relación afectiva y política que hizo que me estableciera en Terrassa, en el 2012,  y que me integrase en el proyecto político que encarna el Ateneu Candela.

¿Puedes concretarnos la posición ideológica a partir de la cual desarrollas tu actividad?

En mi adn político y en el de proyectos como Synusia está la defensa de los derechos sociales, la cultura libre, el software de código abierto, la renta básica, el comunitarismo urbano y la democracia real; así como la denuncia del gobierno de las finanzas, etcétera. De hecho es el mismo adn político que el de otros proyectos que tienen su sede aquí, en el Candela, como Post Scriptum Radio i Communia.

¿Y que correspondencia hay entre Synusia y tu visión de la actividad política?

Hay situaciones en que determinadas iniciativas permiten conjugar vida, política y acceso y generación de renta. En las mismas prácticas donde construyes junto a más gente espacios de discusión y encuentro, de intervención en el ámbito ciudadano, de producción crítica de contenidos, también te corresponde hacer apuestas sólidas para dar viabilidad a dichas iniciativas asociativas, es decir, para hacerlas sostenibles. Eso requiere hacer apuestas vitales muy fuertes, para que los proyectos perduren en el tiempo. Y digo apuestas vitales porque en torno a estos proyectos discutes sobre precariedad, la madurez de las apuestas políticas, la escalabilidad, la articulación con otros espacios...

Centrémonos ahora en Synusia. ¿Cuales son sus objetivos cómo librería?

Facilitar que ciertos contenidos —no sólo el ensayo político, sino también sobre feminismos, ecología… así como sobre narrativa y poesía— enriquezcan el fondo editorial al que puede acceder con facilidad la ciudadanía de Terrassa, más allá de lo que se puede encontrar en las grandes superficies.

Y ser también una librería de cercanía, pequeña, pero especializada, con el deseo de establecer una relación de proximidad que no descarte el acceso a determinados materiales por el hecho de estar fuera del circuito de distribución comercial.

Nuestros deseos, además de conformar una librería alternativa, están también puestos en lograr sostener una agenda cultural variada de actividades —como presentaciones de libros, recitales de poesía, charlas…— y por otra parte una acción formativa de cursos o sesiones, conocidos como Nociones Comunes, que se programan en función de propuestas que surgen del propio colectivo de Synusia o, a veces, de otros centros sociales, observatorios y librerías con las que constituimos la Fundación de los Comunes. Este año se están desarrollando los cursos «Quant pot un cos col·lectiu?», continuación de un curso sobre feminismo que ofrecimos el año anterior, y el titulado «Código Gallardón».



Ya que hablamos de Synusia como colectivo, ¿nos gustaría saber qué estructura de funcionamiento tenéis y quiénes formáis parte del colectivo que impulsa el proyecto?

Synusia es una asociación, una librería asociativa, que tiene un equipo motor formado por tres personas: María, Elena y yo, pero hay un grupo de apoyo amplio —de unas 10 o 12 personas— sin el cual sería imposible sostener el proyecto y realizar las tareas que permiten mantenerlo: desde la gestión de la web (synusia.cc, que se va estrenó a inicios de año), ir a buscar o a retirar material a Barcelona, el diseño de los materiales, etc. Este grupo no solo ayuda, sino que también participa en la toma de decisiones. En otro nivel contamos con un grupo de socios lectores —ahora mismo son una veintena— que pagan una cuota mensual y son compradores habituales. Son uno de los ejes que permiten afianzar el proyecto y por ello apostamos porque más gente conozca esta opción y escoja esta forma de apoyarnos. Deseamos que el proyecto sea viable, porque ahora mismo no lo es, tal como nos gustaría que lo fuera.

Por otra parte, también debemos considerar que, en algún caso, como respuesta a alguno de los cursillos formativos se han formado grupos permanentes de trabajo y debate que podemos considerar vinculados afectivamente a la iniciativa.

¿Crees que ahora y aquí, en la ciudad, se conoce de manera suficiente vuestro proyecto?

En realidad, el proyecto lo debe de conocer un 1% de la población, la que se mueve en determinados ambientes del centro. Eso no tiene por qué ser negativo, pero da una buena idea sobre cuál es la situación en que se encuentra. Es preciso expandirse. Pensamos que el proyecto tiene poco tiempo de existencia, no llega a los dos años, y que tenemos el camino abierto para poder hacerlo escalable.

Ahora, además, tenemos la librería consolidada, lo que nos puede ayudar tener una mayor difusión. Después de dos años desarrollando nuestra actividad, hemos comprobado la importancia de una difusión eficaz de lo que significa nuestra propuesta y creemos que es un buen momento para que más gente de la ciudad conozca los contenidos y los proyectos vinculados a la librería del Ateneu Candela.


Entrevista realizada por Miquel Gordillo 
y Jordi F. Fernández el 21 de mayo de 2014, 
publicada en Catalunya-Papers, julio-agosto de 2014.

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