Mientras
me aproximo al minotauro,
exprimo
los frutos del crepúsculo
y unjo mi aura
con su jugo cárdeno.
Bello y noble
en su inocencia,
en la senda
cubierta de musgo
y hojarasca
anaranjada me espera.
Cuando
venciéndolo, lo libere,
en lo profundo
del bosque juntos,
seremos solo
uno ante la muerte.
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