El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


miércoles, 12 de junio de 2013

INSOMNIA (2013)



Insomne, hasta llegar a la frontera del alba, insomne,
me estremezco ante el abismo de la noche sin sexo.

Existimos en el mundo entre la impotencia y la angustia.
Sólo el amor puede librarnos de la enfermedad del tiempo.

La vida es un continuo caminar sobre sendas confusas
mientras el caminar mismo se desvanece en el viento.

Todo es fracaso: acción o inercia, deseo o renuncia.
Sólo nos salva el amor, la entrega en mente y cuerpo.

Si no podemos ser de la ebriedad gozosa cómplices,
toda la noche, sí, toda la noche, aúlla y gime el miedo.