El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


viernes, 20 de enero de 2017

SURCOS Y ESTRELLAS (2017)





SURCOS Y ESTRELLAS

Trazan sus surcos perfectos
 los bueyes imperturbables,
pues no habría sin ellos
sino hambre en las ciudades.

Mas también suya es la estela
que nutre a los niños salvajes
que en su candor sueñan
aventuras estelares.

Oh, esos bueyes mansuetos
que tanto nos alimentan
como propician ensueños
de aventura y belleza.

Con paso lento y pesado,
trazan la profunda huella
que marca el camino arcano
que aúna el cielo y la tierra.


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