El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


sábado, 11 de julio de 2015

SERÉ (2015)


Fotografía realizada por Oleg Breslavtsev


SERÉ
            
Libre al fin de temores y quimeras,
desnudo, ausente, sin sentidos,  
             pura existencia.

Desde este lado de la muerte                          
             intuyo el retorno                              
                    al centro mismo de la materia.

Existiré entonces solo como turbio espectro
que se desvanece en vuestros recuerdos...

Seré:             fuego y agua, aire y piedra.



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